San Juan de la Maguana.– El obispo de San Juan y presidente de la Comisión Nacional de Familia, monseñor Tomás Alejo Concepción, expresó una enérgica preocupación y rechazo ante la sentencia del Tribunal Constitucional, que elimina las sanciones a las relaciones consensuadas entre personas del mismo sexo dentro de la Policía Nacional y las Fuerzas Armadas.
Según manifestó el religioso, la decisión dejó "conmocionada" a la sociedad dominicana y generó perplejidad entre ciudadanos, autoridades e instituciones, al no existir —señaló— explicaciones claras sobre su origen, motivaciones o intereses. A su juicio, la medida requiere un análisis profundo por sus posibles efectos sociales, culturales, geopolíticos y económicos.
Monseñor afirmó que la cultura, los valores éticos y las bases antropológicas del pueblo dominicano "no admiten tales disposiciones dentro de los cuerpos castrenses", instituciones que describió como pilares del orden, la disciplina y la defensa de la soberanía.
El obispo destacó que los cambios que afecten a la Policía Nacional o a las Fuerzas Armadas deben ejecutarse con suma responsabilidad, en respeto a la disciplina militar y a los valores familiares.
Advirtió, además, que decisiones de este tipo abren interrogantes sobre el funcionamiento de academias, cuarteles y sobre el tipo de ejército que tendría la nación.
En su mensaje, sostuvo que cualquier reforma debe considerar el tejido social, los principios fundacionales del país y la identidad cultural y moral del pueblo dominicano. También señaló que, aunque se trate de comportamientos personales, su normalización y oficialización dentro de instituciones que exigen ejemplaridad podría impactar su estructura y misión.
Ante lo que calificó como un "desacierto", monseñor Alejo Concepción aseguró que "no callarán y no se cruzarán de brazos", indicando que familias, iglesias y organizaciones sociales defenderán los valores tradicionales que —dijo— han sostenido a la nación.
El prelado exhortó al Presidente de la República y a las autoridades competentes a asumir una "responsabilidad histórica" frente a decisiones que puedan comprometer la integridad moral de instituciones esenciales para el país.
Cerró su mensaje invocando la fortaleza de Jesucristo y la protección de la Virgen María para las familias dominicanas.