El gobierno del presidente Abinader asumió el poder en el 2020, enarbolando la anticorrupción y la no impunidad con las indelicadezas en la administración pública. En el primer concurso de mayo del 2021 de la Lotería Nacional, dos meses y medio antes de que el gobierno cumpliera su primer año, estalló el denominado escándalo del # 13.
El maleficio del número 13, ha sido devastador para el Lic. Abinader y su gobierno; cientos de escándalos de negocios y transacciones non santas, se han declarado a lo largo y lo ancho del país en su gobierno.
Resulta vergonzoso, que esté juzgando la corrupción de sus antecesores, cuando todos los días, los abscesos de su gobierno supuran tanto pus que, ya las coimas repartidas mensualmente entre los vocingleros gubernamentales, no logran tapar la desvergüenza.
Se empantanan en construcciones de obras públicas, favoreciendo a sectores con deudas de campaña por pagar, y antes de que las obras sean entregadas, se ve claro la incapacidad de sus socios constructores.
Verbigracia: la extensión del Metro a los Alcarrizos, construcción que es un hazme reír, le dicen la montaña rusa, y la Circunvalación de Baní, que ha mostrado grietas en el pavimento, a pocos días de ser inaugurada.
Y para terminar de trazar la curva hacia el desguazadero moral del gobierno, el PRM lleva 5 años a la defensiva, queriendo sembrar la idea de la normalidad, de agentes del crimen organizado en los partidos políticos; con 10 dirigentes y funcionarios extraditados y algunos confesos y condenados en tribunales norteamericanos, aún persisten en negar sus nexos con el narcotráfico.
En los próximos 3 años y 9 meses que restan a este gobierno, estamos seguros que, el saqueo del país se incrementará de una manera súper escandalosa; y que los casos de crimen organizado desde los estamentos del Estados, superarán el número de las extradiciones y condenas ya registradas.
No tenemos que ser magos para hacer esta deducción; solo es necesario razonar que, si los funcionarios del PRM han cometido muchos actos de corrupción, con un presidente que tenía la posibilidad objetiva de reelegirse y continuar al frente del Estado ¿Qué sucederá, ahora que ya saben que no son opción de poder, para el 2028?
Pues, muy simple, la desesperación cundirá en las instituciones, y todos querrán llevarse una parte del pastel estatal; y las experiencias están en los anales de los diarios de prensa; cada vez que este sector se aproxima a dejar el gobierno, piensa en mudar hasta las decoraciones de las oficinas públicas a sus casas.
Doña Milagros Ortiz Bosch, directora de Ética e Integridad Gubernamental, ha querido curarse en salud; pues, ante las críticas de que la “justicia independiente” solo persigue a los corruptos del pasado, doña Milagros se ha presentado 2 veces a la Procuraduría de la República con cientos de expedientes de este gobierno que, ella misma dice no se investigan.
Parece que los casos que presenta doña Milagros, no son subsanables, como los del Ministerio de Educación (MINERD) que, según ella, son subsanables.
Bueno, con juicios como estos, seguimos asumiendo una absurda normalidad y una sinuosa Ética del poder que, llevan a este pueblo que merece un mejor destino, a un cenagal pestilente.