VENDIENDO EL HUMO DE SENASA

Existe una leyenda urbana, que hace la historia de una comisión de dos enviada a parlamentar con un ex director de SENASA en el gobierno del cambio, para informarle lo que le iba ocurrir y así intentar calmar a la opinión pública frente al escándalo desatado alrededor de la institución que dirigia.

Le hablaron de "bacinilla* en la cabeza, chaleco antibalas y hasta algunos días en Najayo para bajar los animos de la población, pues también se dice en esa reunión el hombre se empantalono, y que los gritos de ese colega se escucharon hasta en la calle de su vecindario cuando advirtió que: "si me hacen eso les demostraré quien soy yo, no voy a caer solo".

De los intentos de taparlo todo, acaba de estallar el mas torpe de todos, una "auditoría" publicada por la "camara de cuentos" dónde reparten las culpas con la anterior administración, de modo que las heces fecales salpiquen en forma equitativa a funcionarios de distintas banderias políticas, y así nos empujan a que sigamos la fiesta de la desinformación y se deje de mirar el problema central, que es el pago de deudas de campaña a una de las familias más ricas del país.

Los "hallazgos" de la "camara de cuentos" en la gestión del funcionario público más honesto que he conocido en mi vida, el señor Chanel Rosa, ni vale la pena desmontarlos porque de eso se encargó el propio interesado, pero destaca el disparate del cuestionamiento al acuerdo entre SENASA y PROMESE para provisión de medicamentos para el régimen subsidiado en el sector público, que antes que cuestionarlo, debía servir de un modelo de transferencia de recursos económicos y buenas prácticas.

Al mismo tiempo que publicaban la "auditoría" para nuestra entretencion, una situación con la clínica Cruz Jiminian, transparentaba el desorden del reparto por capita de los usuarios del régimen subsidiado de SENASA, en vez de adherirlos a una unidad de atención primaria, ese centro tenía una "caja chica" de 3 millones de pesos, según el dueño de la clínica, desde la gestión de Mercedes Rodríguez, para cubrir a los que "a sigun" se presentaran a su emergencia, una clara distorsión del modelo, pues ese dinero y esos usuarios pertenecen a la red publica de servicios de salud.

Lo que no se dan cuenta los dedicados a crear este ambiente de confusión y desinformación, es que ya hay dos preguntas principales que están en la cabeza de quienes tienen algo de conocimiento del tema y son las siguientes: ¿Los 2.4 millones de usuarios subsidiados fueron integrados "a lo loco" en el 2020 para repartirse una gran parte del presupuesto por esa vida idónea y casi legal?, son muy creativos y es casi un crimen perfecto.

Todo esto se destapó en el 2025, después que Ceara Hatton llegó a la SILSALRIR en el tercer trimestre del 2024, y creo es pertinente preguntar entonces por mi querido profesor de pediatría infecciiosa en el Hospital Robert Reid Cabral, ¿y dónde se ha metido el anterior director de SENASA Jesús Feris Iglesias?, ¿Es que no tiene nada que decir sobre lo que ocurria en su gestión de más de 4 años en la SISALRIL?.

Dejen ya de estar vendiendo humo, sabemos que todo se va a quedar así, porque lo que algunos queremos es saber de cuanto eran los cheques que salían cada mes de SENASA para el grupo Read, todo lo demás hasta ahora son chilatas, esa es al parecer la causa de tantos lleva y trae en un tema que como todos los demás quedará sin resolver, porque los implicados son tan ricos que hasta ellos no llega la justicia. ¡Ah! Dejen tranquilo a Chanel, que ese es más serio que todos ustedes juntos.

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