ESTADOS UNIDOS (AGENCIAS).- La reconocida actriz Diane Keaton, una de las figuras más queridas y singulares del cine estadounidense, falleció este sábado en California a los 79 años, según confirmó un portavoz de la familia, quien pidió respeto y privacidad en este momento de duelo.
Nacida en Los Ángeles en 1946 bajo el nombre de Diane Hall, adoptó el apellido de soltera de su madre como nombre artístico y se convirtió en un ícono del cine y la moda durante más de cinco décadas de carrera.
Keaton alcanzó la fama mundial gracias a su papel de Kay Adams en El Padrino y ganó el premio Óscar a Mejor Actriz por su interpretación en Annie Hall (1977), película dirigida por Woody Allen, con quien colaboró en varias producciones emblemáticas como El dormilón, La última noche de Boris Grushenko y Manhattan.
A lo largo de su carrera también participó en cintas exitosas como El padre de la novia, El club de las primeras esposas y Alguien tiene que ceder, consolidándose como una intérprete versátil, capaz de transitar entre la comedia y el drama con naturalidad y autenticidad.
Más allá de su talento en pantalla, Diane Keaton dejó huella por su estilo personal y su visión del mundo. Desdeñó los cánones tradicionales de la moda femenina de Hollywood y apostó por una estética única: trajes masculinos, corbatas, chalecos y sombreros, una elección que reflejaba su independencia y su forma distinta de entender la vida.
Contraria a las intervenciones estéticas y defensora del envejecimiento natural, Keaton se definía a sí misma como “un poco chalada”, encantadora, libre y auténtica. Su actitud ante la fama y su forma de ser marcaron un antes y un después para muchas generaciones de actrices.
Hasta el momento no se han revelado las causas de su fallecimiento. Su familia, amigos y colegas han destacado su legado como una mujer que revolucionó el papel de la actriz en Hollywood y abrió el camino para una nueva manera de ser y mostrarse en la gran pantalla.