PUERTO PRINCIPE (AP).- Al menos 42 personas, entre ellas un niño de cuatro años y su familia, fueron asesinadas en la comunidad pesquera de Labodrie, al norte de la capital haitiana, en una nueva ola de violencia atribuida a las poderosas pandillas que azotan al país.
La tragedia comenzó el pasado fin de semana y, según autoridades locales, los ataques aún no cesan. Joseph Louis Baptiste, funcionario de la zona, denunció en declaraciones a Radio Caraïbes que las bandas armadas incendiaron gran parte de Labodrie y ahora intentan avanzar hacia la vecina ciudad de Arcahaie, donde la policía y grupos de autodefensa intentan contenerlos.
Baptiste explicó que la masacre se produjo en represalia por la muerte de un líder criminal conocido como Vladimir, integrante de la coalición “Viv Ansanm”, una de las redes de pandillas más violentas del país, recientemente catalogada por Estados Unidos como organización terrorista extranjera.
“Esta tragedia demuestra la necesidad urgente de una acción estatal real para acabar con la impunidad y devolver la seguridad a la población”, advirtió Baptiste, al tiempo que pidió mayor protección para los habitantes de Labodrie y Arcahaie.
La Policía Nacional de Haití no ha ofrecido comentarios oficiales sobre el hecho. El cuerpo policial, con graves limitaciones de personal y recursos, enfrenta enormes dificultades para contener la expansión de las pandillas, a pesar de contar con el respaldo de una misión multinacional liderada por la policía de Kenia bajo mandato de la ONU.
Arcahaie ya había sido atacada en octubre del año pasado, cuando varias personas resultaron heridas y numerosas viviendas fueron incendiadas. Aunque antes la violencia se concentraba en Puerto Príncipe, en los últimos años se ha extendido hacia comunidades que solían ser pacíficas en los alrededores de la capital.
En un intento de reforzar la respuesta internacional, Estados Unidos y Panamá anunciaron este mes que apoyarán la ampliación del contingente multinacional hasta alcanzar 5,550 efectivos con capacidad para detener y arrestar miembros de pandillas.
Paralelamente, se espera que la empresa de seguridad del ex Navy Seal estadounidense Erik Prince despliegue unos 200 agentes de distintos países en Haití como parte de un acuerdo de un año para combatir la violencia criminal.