República Dominicana.-“La delincuencia por aquí nunca se acaba. La delincuencia por aquí es todos los días y noches; por la madrugada”, expresa Juan García, para precisar que en los sectores El Valiente II y III del distrito municipal La Caleta, en Boca Chica, los delincuentes son los que tienen el control.
Pese a que, de acuerdo a los números del Ministerio de Interior y Policía, los niveles de delincuencia en el país siguen su tendencia a la baja, sectores como El Valiente, en el municipio Boca Chica, continúan siendo azotados por desaprensivos que no respetan hora del día o de la noche para cometer sus fechorías, obligando a sus moradores a vivir presos en sus propias casas.
Como a las 4:00 de la tarde de “un mal día”, al esposo de la señora Selina Castillo “le quitán to´; lo cuarto, el celular y to´. El hermano mío me mandó dos cajas de pastillas” y también se las quitaron”.
Indican estos casos que, la inseguridad ciudadana sigue representando una de las principales preocupaciones de la población dominicana que, en parte difiere de las autoridades respecto al descenso en los niveles de hechos delictivos que exhiben.
La realidad de los moradores en el sector El Valiente en el municipio Boca Chica, en la provincia Santo Domingo, donde el patrullaje policial es frecuente pero poco efectivo, es completamente distinta a la que describe el Gobierno. Aquí los delincuentes imponen su propia ley, sembrando el miedo entre los moradores que, según cuentan deben mantenerse como prisioneros en sus propias casas.
“De aquel lado (Valiente II y III) usted no puede ni salir, porque en verdad, en verdad, a usted le quitan hasta la empanada” (que comía Eddy Feliz, mejor conocido como La Mantequilla), mientras respondía al equipo de ACD Media, que buscaba constatar lo que es una dura realidad.
Los niveles de delincuencia son tan altos en este sector, que cada morador tiene una historia que contar, pues el que no ha vivido en carne propia algún asalto o robo, tiene un familiar que ha sido víctima de este flagelo.
Doña Kenia Silva De Jesús pide más refuerzo, porque, aunque “vive para contarlo”, fue víctima de unos sujetos “que me dieron golpe y me iban a quitar un motor, pero el muchacho me reconoció y yo le regué que no se lo quitara al muchacho (que lo conducía)”.
En el caso de Radhamés Emiliano, no ha sido víctima directa de atraco, pero vive literalmente “preso” tras los barrotes en su casa y negocio, como forma de prevenir, aún más después de que su esposa, que trabajaba en la zona franca, fuera hasta amordazada. “Suerte por Dios, ella puso desatarse, porque eso fue a las 6:00 de la mañana”.
El principal blanco de los delincuentes en El Valiente, son las mujeres, para quienes salir a trabajar representa un peligro latente. Mientras los comerciantes se han visto obligados a colocar barrotes en sus negocios y a cerrar más temprano de lo habitual, como método de protección.
En contraste con esta realidad que, se replica en otros tantos sectores de República Dominicana, las autoridades reportan una disminución de la delincuencia en comparación con años anteriores, asegurando que, la tasa de homicidios por cada 100,000 se mantiene en 8.3, mientras que los robos han mostrado una reducción significativa, pasando de 51,448 en 2023 a 39,883 en 2025.