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SANTO DOMINGO ESTE.- Residentes y motoconchistas que viven y trabajan bajo el puente General Gregorio Luperón, conocido popularmente como el puente de La Barquita, en Santo Domingo Este, claman por atención urgente ante el visible deterioro estructural del viaducto, cuyas condiciones de oxidación y desprendimientos amenazan con una tragedia anunciada.

La parte inferior del puente se mantiene completamente oxidada hasta el punto de que se desprender partes de metal y caen sobre los techos de los residentes de la Barquita.

“La muerte es segura, pero así yo no quiero morir”, expresó una de las residentes que vive directamente debajo del puente con sus familiares, consciente de que su vida pende de un hierro corroído.

Los comunitarios aseguran que hierros sueltos caen constantemente sobre los techos de las casas situadas debajo del puente, mientras que las lluvias arrastran lodo, desechos y hasta vidrios al interior de las viviendas. “La vecina de allí ha estado en su cuarto cuando los hierros han caído”, explicó una moradora, señalando los daños estructurales que ya presentan algunas casas.

Pese a que algunos habitantes del sector fueron reubicados en proyectos habitacionales del gobierno, los denunciantes sostienen que miles aún permanecen bajo el puente, expuestos a un posible colapso. “Ellos están esperando que haya un colapso”, lamentó un motoconchista.

“Se van a acostar un día y no van a amanecer”, agregó su compañero, denunciando la falta de acción de las autoridades.