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Santo Domingo.– Al cumplirse un mes de la tragedia en la discoteca Jet Set, donde 233 personas perdieron la vida durante la presentación del merenguero Rubby Pérez, familiares y amigos de las víctimas se congregaron este miércoles en el lugar de los hechos para participar en una misa en honor a los fallecidos.

El acto litúrgico, organizado por la Diócesis Padre Montesinos, sirvió como homenaje, pero también como desahogo del dolor contenido de los sobrevivientes y familiares, quienes, entre lágrimas, exigieron justicia y clamaron para que la verdad salga a la luz.

Entre los casos más conmovedores se encuentra el de Tonny Blanco y Nelfi Sánchez, una pareja que falleció dejando en la orfandad a un niño de apenas dos años. La madre de Nelfi, con su nieto en brazos, acudió al lugar para expresar el sufrimiento que aún persiste.

“Este lugar, que durante décadas fue símbolo de alegría, hoy es testigo del dolor de todo un pueblo”, expresó uno de los diáconos, quien además llamó a las autoridades a actuar con justicia, sin privilegios ni impunidad. Mientras tanto, el Ministerio Público incautó este miércoles los terrenos donde funcionaba la discoteca como parte de la investigación.

El abogado Ángel Lockward, representante de varias familias afectadas, aseguró que el proceso legal avanza y que existen condiciones legales complejas que deben analizarse antes de formular un expediente formal. Sin embargo, expresó su confianza en que no será un proceso lento.

Los familiares reiteraron que, aunque la justicia aún no ha alcanzado a los responsables, seguirán luchando para que las muertes no queden impunes ni sean olvidadas con el paso del tiempo.