LOS ANGELES (NBAMANIACS.com).-Los Lakers han aprovechado la inconsistencia de los Celtics para sumar una victoria de prestigio. Los de Mazzulla, que ya sufrieron la noche anterior para ganar a unos Clippers plagados de bajas, han cerrado una poco lustrosa visita a Los Ángeles con una derrota por 117-96 en el Crypto Arena, dando continuidad a la irregular tendencia de las últimas semanas.
Kristaps Porzingis, con 22 puntos, fue prácticamente el único en dar la cara para los visitantes, que tuvieron muchos problemas para sentirse cómodos ante la defensa angelina y anotar sus tiros habituales. Jaylen Brown y Jayson Tatum, con 17 y 16 tantos respectivamente, secundaron al letón pese a su desacierto (12/31 en tiro entre ambos), dando algo más de anotación a los de Massachusetts.
Pero, tras ellos, la absoluta nada.
Los números quedaron algo maquillados en los minutos de la basura, pero el rendimiento del resto del equipo al margen de estos tres hombres fue en general paupérrimo. Jrue Holiday, Derrick White, Al Horford y Payton Pritchard se combinaron para un total de 11 puntos con un 4/24 en tiro, y si el resto de hombres de banquillo anotaron más fue porque alguien tenía que seguir jugando después de que Mazzulla sacara la bandera blanca. Pero la noche fue, a todas luces, desastrosa.
No así en los Lakers, que celebraron tanto un triunfo importante que les permite asentarse en la quinta posición del Oeste como unas sensaciones que invitan a pensar que pueden ir a más como equipo. Hoy hicieron a los vigentes campeones verse por primera vez 25 abajo en lo que va de temporada, y aunque es cierto que no llegaban en su mejor momento, es sin duda una imagen para ilusionarse.
Los de Redick contaron con tres hombres por encima de las dos decenas en anotación, aspecto en el que estuvieron liderados por los 24 puntos de Anthony Davis y los 23 de Austin Reaves. El tercero fue LeBron James, que, con 20 tantos, no anotó tanto pero brilló en otros aspectos al sumar 14 rebotes y 6 asistencias, y dejó también algunos mates con los que marcó el tono desde el principio y dejó claro que esta iba a ser una buena noche para los suyos.