República Dominicana-Las actividades humanas, incluyendo minería y expansión urbana descontrolada amenazan la preservación de Reserva Antropológica Cuevas de Borbón o del Pomier, ubicado en San Cristóbal, constituyendo un legado milenario donde reposa la historia de los primeros pobladores de las Antillas.
Declaradas como Monumento Nacional en octubre de 1969 y más adelante Capital Prehistórica de República Dominicana, las Cuevas del Pomier hoy enfrentan los daños que, a través de los años le ha generado la minería indiscriminada y los asentamientos urbanos.
Preocupadas ante esta realidad, decenas de organizaciones sociales y medioambientales exigieron al Estado dominicano la rescisión de los contratos y permisos de explotación a 4 empresas, y trasladar sus operaciones a un área que no ponga en peligro la milenaria reserva natural, cultural e histórica.
Asimismo, demandan la aplicación de las recomendaciones en el informe hecho por el especialista estadounidense George Veni, que reveló que la minería no es compatible con las áreas núcleo ni de expansión de las cuevas.
Te puede interesar: http://Presidenta de Copardom se opone Código Laboral sea aprobado sin tocar tema de la cesantía laboral
El citado informe, presentado por el propio Ministerio de Medioambiente en junio pasado, indica también que 9 de las 57 cavernas del lugar, han sido afectadas por la actividad minera y otras 7 por la operación de las canteras. A lo que se suma la contaminación a recursos hidrográficos como el río Nigua.
Las organizaciones demandantes presentaron un plan de trabajo para quienes viven de la minería en la zona, mientras sugirieron al gobierno sacar provecho turístico sin comprometer este legado natural y cultural.
Además, recordaron que existe una resolución pendiente, impulsada por el exministro Miguel Ceara Hatton, para proteger este patrimonio, compuesto por un conjunto de arte rupestre indígena, como grabados y pictografías de aves, peces, reptiles y figuras humanas, que recogen la historia de nuestros antepasados.
En el 2018 se inició una campaña para que esta reserva sea considerada por la UNESCO como patrimonio de la humanidad, mientras se lucha también para que se declare Capital Prehistórica de las Antillas.