Paul George solo ha podido disputar dos partidos con los Philadelphia 76ers, pero ya se le necesita a pleno rendimiento para tratar de revertir el mal arranque de temporada de los de Pensilvania, situados en última posición de la Conferencia Este con un balance de 1-6.
No solo es el récord lo que preocupa en el seno de la franquicia, sino también el estado físico de sus estrellas. A la falta de rodaje de George se le una la distensión muscular que mantendrá a Tyrese Maxey en el dique seco durante al menos dos semanas y la sanción de tres partidos recibida por un Joel Embiid al que también le están lastrando las lesiones.
Esto depositará una pesada carga sobre los hombros de George durante, al menos, los próximos tres encuentros de Philly, con Lakers, Hornets y Knicks como rivales. Una responsabilidad que el nueve veces All-Star asumirá pese a que ha reconocido que no se encuentra en el mejor estado de forma posible.
“Todavía estoy intentando recuperar mi cuerpo”, declaró George. “Solo estoy intentando recuperar el ritmo. Creo que mi ejecución y mi ritmo, mi coordinación con el balón están un poco oxidadas, y solo estoy intentando acostumbrarme a eso. Estas son realmente mis primeras situaciones reales, jugando estos partidos”.
George ha promediado 16,5 puntos, 6,0 rebotes, 3,0 asistencias y 2,0 robos en sus dos primeros partidos y viene de firmar una buena noche individual en la derrota del miércoles ante los Clippers. Sin embargo, ha sido descuidado con el balón y ya suma diez pérdidas de balón.
“Me están imponiendo muchas cosas para las que no estoy del todo preparado en este momento porque todavía estoy tratando de recuperar mi mejor versión”, continuó George. “Estaré mejor. Trabajaré, pero diría que es un momento difícil para mí. Y tengo que mejorar para estos muchachos”.
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