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Trump y Kamala tienen el reto de obtener un máximo de 200 mil votos para ganar la Presidencia de EE.UU

Agencias.-La elección de este martes 5 en Estados Unidos, donde compiten la demócrata Kamala Harris y el republicado Donald Trump, se gana con un margen máximo de 200 mil votos.

Tanto la vicepresidenta de Joe Biden, como el expresidente estadounidense, apuestan a los llamados estado clave, que son Pensilvania, Arizona, Carolina del Norte, Georgia, Nevada, Michigan y Wisconsin.

En el caso de Pensilvania, quizás el estado más codiciado, con sus 19 grandes electores, los obreros tienden a dar la espalda a los demócratas.

En el 2016 Donald Trump lo ganó por la mínima y, Joe Biden se impuso en el 2020 también por escaso margen.

Kamala Harris cuenta con los grandes proyectos de infraestructuras lanzados por el presidente Biden y con el apoyo de los sindicatos. Las grandes ciudades de Filadelfia y Pittsburgh se inclinan por ella, mientras que Trump apuesta por la población rural.

Michigan, al igual que Pensilvania, es un bastión demócrata y, de manera sorpresiva, sus 15 grandes electores fueron a parar a Trump en 2016, frente a Hillary Clinton. Sin embargo, Biden  reconquistó este estado en el 2020.

Donald Trump apuesta en particular por el coste de la vida para movilizar a la clase media contra Harris, que se presenta como la heredera de un mandato de Biden marcado por la inflación.

Junto con Pensilvania y Michigan, el tercer estado que resquebrajó el "muro azul" en 2016, fue Wisconsin, un bloque de una veintena de estados considerados firmemente demócratas.

Hillary Clinton perdió sus diez grandes electores, los que Biden también recuperó en el 2020.

Quizás el más importante de los estados bisagra, junto con Pensilvania, lo es Georgia, en el corazón del sur religioso y conservador.

Aunque confía tradicionalmente sus 16 grandes electores al candidato republicano, en este caso Donald Trump, en la estela de los movimientos antirracistas, Georgia, con su numerosa comunidad afroestadounidense, prefirió hace cuatro años al demócrata Joe Biden.

Hija de padre jamaicano y madre india, Harris tiene 60 años, casi 20 menos que Trump, y un mejor perfil para atraer a los jóvenes y a las minorías de los centros urbanos y universitarios.

Pero el electorado religioso alaba a Trump como artífice de la suspensión de la garantía federal del aborto. Un logro por el que parecen proclives a olvidar la imputación del expresidente por intentar alterar los resultados de las elecciones en Georgia en 2020.

Otro estado sureño, Carolina del Norte (16 grandes electores) no vota por los demócratas desde Barack Obama en el 2008, pero su gobernador es demócrata desde 2017. Sin embargo, al igual que en Georgia, Harris cuenta con los afroestadounidenses (en torno al 20% de la población) y los jóvenes.

Los demócratas se esfuerzan por aumentar el número de votantes registrados con la esperanza de mejorar la participación.

En el caso de Arizona, es un estado predominantemente republicano del suroeste (11 grandes electores) dio la sorpresa en 2020 al elegir a Biden por solo 10,457 votos de ventaja.

Trump ha centrado su campaña en la inmigración ilegal, un tema importante en este estado fronterizo. Esto juega en contra de Harris.

La esperanza de la actual vicepresidenta radica en que en las elecciones de medio mandato de 2022 el estado prefirió a una demócrata para gobernadora, en detrimento de una candidata trumpista.

Y, Nevada, al oeste de Estados Unidos, con seis grandes electores, conocido por sus casinos, no ha votado por un republicano desde George Bush en el año 2004.

Pero los conservadores creen que pueden conseguirlo gracias en parte a la población latina, parte de la cual se distancia de los demócratas.

Los partidarios de Harris esperan que la llegada de nuevos habitantes (empleados más jóvenes y mejor formados que suelen proceder de la vecina California para trabajar en el sector tecnológico o en la transición energética) juegue a su favor.

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