Me sentía muy convencido cuando dedicamos el domingo 27 a Olivorio Mateo, el líder espiritual de la religiosidad popular de la provincia de San Juan, considerado un rebelde frente al llamado de las autoridades de la ocupación de EEUU a la RD.
Los historiadores relatan que a los norteamericanos le preocupaba la aglomeración de creyentes que se establecían en La Maguana, una comunidad rural situada al norte del municipio de San Juan de la Maguana.
Los "americanos", tal como le llamaban los pobladores, observaban con mucha suspicacia esa presencia tan activa de dominicanos en esa zona montañosa.
De más estaba la confirmación del liderazgo del "curandero de la Maguana ", toda vez que cada semana era más numerosa la asistencia de los que iban por fe a ese montañoso lugar y de los que sospechaba la autoridad se ubicaban allí para evadir la persecución gubernamental.
Ya las tropas norteamericanas habían estigmatizado con el nombre de" gavilleros" a los campesinos
de la región del Este, quienes se resistían ante el despojo de sus predios.
Y qué no decir de los alzados, convertidos en guerrilleros, mismos que tomaron montañas en defensa de la soberanía nacional.
El liderazgo de Olivorio Mateo molestaba además de los interventores a las autoridades provinciales
, comerciantes y otros núcleos de poder de San Juan; de manera especial a los del municipio.
Por "culpa de Liborio" había disminuido el número de pacientes a los consultorios de los médicos locales. Asimismo, él recomendaba a sus seguidores la compra de sal en Neiba donde se ofrecía mejores precios que en la localidad.
En algún momento se le pidió a Olivorio que ubicara en la ciudad su centro de curación y de celebración, propuesta que él desestimó.
Ante la resistencia del líder mesiánico de abandonar la concentración de sus seguidores en la Maguana, las tropas invasoras optaron por la persecución, la que fue evadida por Liborio en más de una ocasión.
Es el 27-06-1922 cuando se le atrapa y asesina.